La Habana, 10 mar (PL) El mundo celebra hoy los 141 años de la primera llamada telefónica exitosa realizada en 1876 por Alexander Graham Bell en la ciudad de Boston.
Las primeras palabras transmitidas por dicho método fueron: «Mister Watson, come here, I want to see you» (Señor Watson, venga aquí, quiero verle), dirigidas a su asistente Thomas Watson, quien estaba en otra habitación.
Sin embargo, Bell no fue realmente el inventor del teléfono, pues registros históricos demostraron que robó las ideas a contemporáneos como Elisha Grey y el italiano Antonio Meucci.
Según los investigadores, Grey trabajaba en un equipo similar y el supuesto «padre de la telefonía» no solo le plagió, sino que sobornó al inspector de patentes encargado del registro de las creaciones para revisarlas.
De igual forma accedió a los materiales de Meucci, 16 años antes de patentar el invento.
El italiano vivió entre los años 1834 y 1850 en Cuba, donde realizó sus primeros experimentos telefónicos e inventó un artefacto al que bautizó como teletrófono o telégrafo parlante.
Durante su estancia en La Habana, Meucci trabajó como mecánico del Gran Teatro de Tacón (actual Teatro Alicia Alonso) e investigó métodos para el tratamiento de enfermedades con descargas.
Durante esta labor notó que los sonidos pueden viajar por los impulsos eléctricos a través de cable de cobre.
En 1870 presentó su patente en los Estados Unidos, pero debía ser renovada al año siguiente, lo cual le era imposible por su pésima situación económica.
Por tal motivo, en 1872 decide mostrar sus manuscritos al empresario Edward Grant, vicepresidente de una filial de la Western Union Telegraph Company, quien no lo apoyó.
Cuando pide sus papeles de vuelta, le responden que estos se han extraviado, siendo despojado de su invento y apenas cuatro años después, Graham Bell presenta su petición de patente.
En 2001, a 118 años de su muerte, el italiano recibió el reconocimiento oficial como el inventor del teléfono.